En el año 1966 comenzó la andadura de Talleres Rufi.
Después de atesorar una gran experiencia en el mundo de la mecánica del motor durante años en diferentes empresas del sector, Rufino Blanco decidió acometer una nueva empresa, un pequeño taller en Guadarrama en el que tanto los clientes como sus vehículos fuesen tratados de una forma humana, directa y profesional, uniendo de esta forma el trato personal con el cliente a las más modernas tecnologías en mecánica de la época.
Con el paso de los años el negocio se fue asentando ampliando personal y llegando a la incorporación posterior de sus hijos Rufino y David que supieron aprender de la experiencia de su padre y de los trabajadores por el contratados para seguir llevando hasta el día de hoy los talleres con su antigua denominación “Talleres Rufi”
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